Aparecida
  Capitulo 2
 

 

 MIRADA DE LOS DISCÍPULOS

MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

2.1 LA REALIDAD QUE NOS INTERPELA COMO DISCÍPULOS

Y MISIONEROS

33. Los pueblos de América Latina y de El Caribe viven hoy una realidad

marcada por grandes cambios que afectan profundamente

sus vidas. Como discípulos de Jesucristo, nos sentimos interpelados

a discernir los “signos de los tiempos”, a la luz del Espíritu

Santo, para ponernos al servicio del Reino, anunciado por Jesús,

que vino para que todos tengan vida y “para que la tengan en

plenitud” (Jn 10, 10).

34. La novedad de estos cambios, a diferencia de los ocurridos en

otras épocas, es que tienen un alcance global que, con diferencias

y matices, afectan al mundo entero. Habitualmente, se los

caracteriza como el fenómeno de la globalización. Un factor determinante

de estos cambios es la ciencia y la tecnología, con su

capacidad de manipular genéticamente la vida misma de los seres

vivos, y, con su capacidad de crear una red de comunicaciones

de alcance mundial, tanto pública como privada, para

interactuar en tiempo real, es decir, con simultaneidad, no obsLA

VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

54

tante las distancias geográficas. Como suele decirse, la historia

se ha acelerado y los cambios mismos se vuelven vertiginosos,

puesto que se comunican con gran velocidad a todos los rincones

del planeta.

35. Esta nueva escala mundial del fenómeno humano trae consecuencias

en todos los ámbitos de la vida social, impactando la cultura,

la economía, la política, las ciencias, la educación, el deporte, las

artes y también, naturalmente, la religión. Como pastores de la

Iglesia, nos interesa cómo este fenómeno afecta la vida de nuestros

pueblos y el sentido religioso y ético de nuestros hermanos

que buscan infatigablemente el rostro de Dios, y que, sin embargo,

deben hacerlo ahora interpelados por nuevos lenguajes del

dominio técnico, que no siempre revelan sino que también ocultan

el sentido divino de la vida humana redimida en Cristo. Sin

una percepción clara del misterio de Dios, se vuelve opaco el designio

amoroso y paternal de una vida digna para todos los seres

humanos.

36. En este nuevo contexto social, la realidad se ha vuelto para el ser

humano cada vez más opaca y compleja. Esto quiere decir que

cualquier persona individual necesita siempre más información,

si quiere ejercer sobre la realidad el señorío a que por vocación

está llamada. Esto nos ha enseñado a mirar la realidad con más

humildad, sabiendo que ella es más grande y compleja que las

simplificaciones con que solíamos verla en un pasado aún no

demasiado lejano y que, en muchos casos, introdujeron conflictos

en la sociedad, dejando muchas heridas que aún no logran cicatrizar.

También se ha hecho difícil percibir la unidad de todos los fragmentos

dispersos que resultan de la información que recolectamos.

Es frecuente que algunos quieran mirar la realidad unilateralmente,

desde la información económica, otros, desde la información política

o científica, otros, desde el entretenimiento y el espectáculo.

Sin embargo, ninguno de estos criterios parciales logra proponernos

un significado coherente para todo lo que existe. Cuando las

personas perciben esta fragmentación y limitación, suelen sentirse

frustradas, ansiosas, angustiadas. La realidad social resulta

55

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

demasiado grande para una conciencia que, teniendo en cuenta

su falta de saber e información, fácilmente se cree insignificante,

sin injerencia alguna en los acontecimientos, aun cuando sume

su voz a otras voces que buscan ayudarse recíprocamente.

37. Esta es la razón por la cual muchos estudiosos de nuestra época

han sostenido que la realidad ha traído aparejada una crisis de

sentido. Ellos no se refieren a los múltiples sentidos parciales que

cada uno puede encontrar en las acciones cotidianas que realiza,

sino al sentido que da unidad a todo lo que existe y nos sucede en

la experiencia, y que los creyentes llamamos el sentido religioso.

Habitualmente, este sentido se pone a nuestra disposición a través

de nuestras tradiciones culturales que representan la hipótesis

de realidad con la que cada ser humano pueda mirar el mundo

en que vive. Conocemos, en nuestra cultura latinoamericana y

caribeña, el papel tan noble y orientador que ha jugado la religiosidad

popular, especialmente la devoción mariana, que ha contribuido

a hacernos más conscientes de nuestra común condición

de hijos de Dios y de nuestra común dignidad ante sus ojos, no

obstante las diferencias sociales, étnicas o de cualquier otro tipo.

38. Sin embargo, debemos admitir que esta preciosa tradición comienza

a erosionarse. La mayoría de los medios masivos de comunicación

nos presentan ahora nuevas imágenes, atractivas y

llenas de fantasía, que aunque todos saben que no pueden mostrar

el sentido unitario de todos los factores de la realidad, ofrecen

al menos el consuelo de ser transmitidas en tiempo real, en vivo y

en directo, con actualidad. Lejos de llenar el vacío que en nuestra

conciencia se produce por la falta de un sentido unitario de la

vida, en muchas ocasiones, la información transmitida por los

medios sólo nos distrae. La falta de información sólo se subsana

con más información, retroalimentando la ansiedad de quien percibe

que está en un mundo opaco y que no comprende.

39. Este fenómeno explica, tal vez, uno de los hechos más desconcertantes

y novedosos que vivimos en el presente. Nuestras tradiciones

culturales ya no se transmiten de una generación a otra con la

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

56

misma fluidez que en el pasado. Ello afecta, incluso, a ese núcleo

más profundo de cada cultura, constituido por la experiencia religiosa,

que resulta ahora igualmente difícil de transmitir a través

de la educación y de la belleza de las expresiones culturales, alcanzando

aun la misma familia que, como lugar del diálogo y de

la solidaridad intergeneracional, había sido uno de los vehículos

más importantes de la transmisión de la fe. Los medios de comunicación

han invadido todos los espacios y todas las conversaciones,

introduciéndose también en la intimidad del hogar. Al lado

de la sabiduría de las tradiciones se ubica ahora, en competencia,

la información de último minuto, la distracción, el entretenimiento,

las imágenes de los exitosos que han sabido aprovechar en su

favor las herramientas tecnológicas y las expectativas de prestigio

y estima social. Ello hace que las personas busquen denodadamente

una experiencia de sentido que llene las exigencias de su

vocación, allí donde nunca podrán encontrarla.

40. Entre los presupuestos que debilitan y menoscaban la vida familiar,

encontramos la ideología de género, según la cual cada uno

puede escoger su orientación sexual, sin tomar en cuenta las diferencias

dadas por la naturaleza humana. Esto ha provocado modificaciones

legales que hieren gravemente la dignidad del matrimonio,

el respeto al derecho a la vida y la identidad de la familia22.

41. Por ello, los cristianos necesitamos recomenzar desde Cristo, desde

la contemplación de quien nos ha revelado en su misterio la plenitud

del cumplimiento de la vocación humana y de su sentido.

Necesitamos hacernos discípulos dóciles, para aprender de Él, en

su seguimiento, la dignidad y plenitud de la vida. Y necesitamos,

al mismo tiempo, que nos consuma el celo misionero para llevar

al corazón de la cultura de nuestro tiempo, aquel sentido unitario

y completo de la vida humana que ni la ciencia, ni la política, ni la

22 Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la

colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y el mundo, n. 2, 31 de mayo de 2004, que cita

el Pontificio Consejo para la Familia, Familia, matrimonio y “uniones de hecho”, n. 8, 21 de

noviembre de 2000.

57

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

economía ni los medios de comunicación podrán proporcionarle.

En Cristo Palabra, Sabiduría de Dios (cf. 1 Co 1, 30), la cultura

puede volver a encontrar su centro y su profundidad, desde donde

se puede mirar la realidad en el conjunto de todos sus factores,

discerniéndolos a la luz del Evangelio y dando a cada uno su sitio

y su dimensión adecuada.

42. Como nos dijo el Papa en su discurso inaugural: “Sólo quien reconoce

a Dios, conoce la realidad y puede responder a ella de

modo adecuado y realmente humano”23. La sociedad, que coordina

sus actividades sólo mediante múltiples informaciones, cree

que puede operar de hecho como si Dios no existiese. Pero la

eficacia de los procedimientos lograda mediante la información,

aún con las tecnologías más desarrolladas, no logra satisfacer el

anhelo de dignidad inscrito en lo más profundo de la vocación

humana. Por ello, no basta suponer que la mera diversidad de

puntos de vista, de opciones y, finalmente, de informaciones, que

suele recibir el nombre de pluri o multiculturalidad, resolverá la

ausencia de un significado unitario para todo lo que existe. La

persona humana es, en su misma esencia, aquel lugar de la naturaleza

donde converge la variedad de los significados en una única

vocación de sentido. A las personas no les asusta la diversidad.

Lo que les asusta, más bien, es no lograr reunir el conjunto de

todos estos significados de la realidad en una comprensión unitaria

que le permita ejercer su libertad con discernimiento y responsabilidad.

La persona busca siempre la verdad de su ser, puesto

que es esta verdad la que ilumina la realidad de tal modo que

pueda desenvolverse en ella con libertad y alegría, con gozo y

esperanza.

2.1.1 Situación Sociocultural

43. La realidad social, que describimos en su dinámica actual con la

palabra globalización, impacta, por tanto, antes que cualquier otra

dimensión, nuestra cultura y el modo como nos insertamos y

23 DI 3.

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

58

apropiamos de ella. La variedad y riqueza de las culturas latinoamericanas,

desde aquellas más originarias hasta aquellas que, con

el paso de la historia y el mestizaje de sus pueblos, se han ido

sedimentando en las naciones, las familias, los grupos sociales,

las instituciones educativas y la convivencia cívica, constituye un

dato bastante evidente para nosotros y que valoramos como una

singular riqueza. Lo que hoy día está en juego no es esa diversidad,

que los medios de información tienen la capacidad de individualizar

y registrar. Lo que se echa de menos es más bien la posibilidad

de que esta diversidad pueda converger en una síntesis,

que, envolviendo la variedad de sentidos, sea capaz de proyectarla

en un destino histórico común. En esto reside el valor incomparable

del talante mariano de nuestra religiosidad popular, que,

bajo distintas advocaciones, ha sido capaz de fundir las historias

latinoamericanas diversas en una historia compartida: aquella que

conduce hacia Cristo, Señor de la vida, en quien se realiza la más

alta dignidad de nuestra vocación humana.

44. Vivimos un cambio de época, cuyo nivel más profundo es el cultural.

Se desvanece la concepción integral del ser humano, su

relación con el mundo y con Dios;

aquí está precisamente el gran error de las tendencias

dominantes en el último siglo… Quien excluye a Dios

de su horizonte, falsifica el concepto de la realidad y

sólo puede terminar en caminos equivocados y con recetas

destructivas24.

Surge hoy, con gran fuerza, una sobrevaloración de la subjetividad

individual. Independientemente de su forma, la libertad y la

dignidad de la persona son reconocidas. El individualismo debilita

los vínculos comunitarios y propone una radical transformación

del tiempo y del espacio, dando un papel primordial a la imaginación.

Los fenómenos sociales, económicos y tecnológicos

24 Ibíd.

59

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

están en la base de la profunda vivencia del tiempo, al que se le

concibe fijado en el propio presente, trayendo concepciones de

inconsistencia e inestabilidad. Se deja de lado la preocupación

por el bien común para dar paso a la realización inmediata de los

deseos de los individuos, a la creación de nuevos y, muchas veces,

arbitrarios derechos individuales, a los problemas de la sexualidad,

la familia, las enfermedades y la muerte.

45. La ciencia y la técnica, cuando son puestas exclusivamente al servicio

del mercado, con los únicos criterios de la eficacia, la rentabilidad

y lo funcional, crean una nueva visión de la realidad. Así se

han ido introduciendo, por la utilización de los medios de comunicación

de masas, un sentido estético, una visión acerca de la

felicidad, una percepción de la realidad y hasta un lenguaje, que

se quiere imponer como una auténtica cultura. De este modo, se

termina por destruir lo que de verdaderamente humano hay en

los procesos de construcción cultural, que nacen del intercambio

personal y colectivo.

46. Se verifica, a nivel masivo, una especie de nueva colonización

cultural por la imposición de culturas artificiales, despreciando

las culturas locales y tendiendo a imponer una cultura homogeneizada

en todos los sectores. Esta cultura se caracteriza por la

autorreferencia del individuo, que conduce a la indiferencia por el

otro, a quien no necesita ni del que tampoco se siente responsable.

Se prefiere vivir día a día, sin programas a largo plazo ni apegos

personales, familiares y comunitarios. Las relaciones humanas

se consideran objetos de consumo, llevando a relaciones

afectivas sin compromiso responsable y definitivo.

47. También se verifica una tendencia hacia la afirmación exasperada

de derechos individuales y subjetivos. Esta búsqueda es pragmática

e inmediatista, sin preocupación por criterios éticos. La afirmación

de los derechos individuales y subjetivos, sin un esfuerzo

semejante para garantizar los derechos sociales, culturales y solidarios,

resulta en perjuicio de la dignidad de todos, especialmente

de quienes son más pobres y vulnerables.

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

60

48. En esta hora de América Latina y El Caribe, urge tomar conciencia

de la situación precaria que afecta la dignidad de muchas

mujeres. Algunas, desde niñas y adolescentes, son sometidas a

múltiples formas de violencia dentro y fuera de casa: tráfico, violación,

servidumbre y acoso sexual; desigualdades en la esfera del

trabajo, de la política y de la economía; explotación publicitaria

por parte de muchos medios de comunicación social, que las tratan

como objeto de lucro.

49. Los cambios culturales han modificado los roles tradicionales de

varones y mujeres, quienes buscan desarrollar nuevas actitudes y

estilos de sus respectivas identidades, potenciando todas sus dimensiones

humanas en la convivencia cotidiana, en la familia y

en la sociedad, a veces por vías equivocadas.

50. La avidez del mercado descontrola el deseo de niños, jóvenes y

adultos. La publicidad conduce ilusoriamente a mundos lejanos

y maravillosos, donde todo deseo puede ser satisfecho por los

productos que tienen un carácter eficaz, efímero y hasta mesiánico.

Se legitima que los deseos se vuelvan felicidad. Como sólo se

necesita lo inmediato, la felicidad se pretende alcanzar con bienestar

económico y satisfacción hedonista.

51. Las nuevas generaciones son las más afectadas por esta cultura

del consumo en sus aspiraciones personales profundas. Crecen

en la lógica del individualismo pragmático y narcisista, que suscita

en ellas mundos imaginarios especiales de libertad e igualdad.

Afirman el presente porque el pasado perdió relevancia ante tantas

exclusiones sociales, políticas y económicas. Para ellos, el futuro

es incierto. Asimismo, participan de la lógica de la vida como

espectáculo, considerando el cuerpo como punto de referencia

de su realidad presente. Tienen una nueva adicción por las sensaciones

y crecen, en una gran mayoría, sin referencia a los valores e

instancias religiosas. En medio de la realidad de cambio cultural,

emergen nuevos sujetos, con nuevos estilos de vida, maneras de

pensar, de sentir, de percibir y con nuevas formas de relacionarse.

Son productores y actores de la nueva cultura.

61

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

52. Entre los aspectos positivos de este cambio cultural, aparece el

valor fundamental de la persona, de su conciencia y experiencia,

la búsqueda del sentido de la vida y la trascendencia. El fracaso

de las ideologías dominantes, para dar respuesta a la búsqueda

más profunda del significado de la vida, ha permitido que emerja

como valor la sencillez y el reconocimiento en lo débil y lo pequeño

de la existencia, con una gran capacidad y potencial que no

puede ser minusvalorado. Este énfasis en el aprecio de la persona

abre nuevos horizontes, donde la tradición cristiana adquiere un

renovado valor, sobre todo cuando se reconoce en el Verbo encarnado

que nace en un pesebre y asume una condición humilde, de

pobre.

53. La necesidad de construir el propio destino y el anhelo de encontrar

razones para la existencia pueden poner en movimiento el

deseo de encontrarse con otros y compartir lo vivido, como una

manera de darse una respuesta. Se trata de una afirmación de la

libertad personal y, por ello, de la necesidad de cuestionarse en

profundidad las propias convicciones y opciones.

54. Pero, junto con el énfasis en la responsabilidad individual, en medio

de sociedades que promueven a través de los medios el acceso a

bienes, se niega paradójicamente el acceso de los mismos a las

grandes mayorías, bienes que constituyen elementos básicos y

esenciales para vivir como personas.

55. El énfasis en la experiencia personal y lo vivencial nos lleva a considerar

el testimonio como un componente clave en la vivencia

de la fe. Los hechos son valorados en cuanto que son significativos

para la persona. En el lenguaje testimonial podemos encontrar

un punto de contacto con las personas que componen la sociedad

y de ellas entre sí.

56. Por otra parte, la riqueza y la diversidad cultural de los pueblos de

América Latina y El Caribe resultan evidentes. Existen en nuestra

región diversas culturas indígenas, afroamericanas, mestizas, campesinas,

urbanas y suburbanas. Las culturas indígenas se caracteLA

VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

62

rizan, sobre todo, por su apego profundo a la tierra y por la vida

comunitaria, y por una cierta búsqueda de Dios. Las afroamericanas

se caracterizan, entre otros elementos, por la expresividad

corporal, el arraigo familiar y el sentido de Dios. La cultura campesina

está referida al ciclo agrario. La cultura mestiza, que es la

más extendida entre muchos pueblos de la región, ha buscado en

medio de contradicciones sintetizar a lo largo de la historia estas

múltiples fuentes culturales originarias, facilitando el diálogo de

las respectivas cosmovisiones y permitiendo su convergencia en

una historia compartida. A esta complejidad cultural habría que

añadir también la de tantos inmigrantes europeos que se establecieron

en los países de nuestra región.

57. Estas culturas coexisten en condiciones desiguales con la llamada

cultura globalizada. Ellas exigen reconocimiento y ofrecen valores

que constituyen una respuesta a los antivalores de la cultura que

se impone a través de los medios de comunicación de masas:

comunitarismo, valoración de la familia, apertura a la trascendencia

y solidaridad. Estas culturas son dinámicas y están en interacción

permanente entre sí y con las diferentes propuestas culturales.

58. La cultura urbana es híbrida, dinámica y cambiante, pues amalgama

múltiples formas, valores y estilos de vida, y afecta a todas

las colectividades. La cultura suburbana es fruto de grandes migraciones

de población en su mayoría pobre, que se estableció

alrededor de las ciudades en los cinturones de miseria. En estas

culturas, los problemas de identidad y pertenencia, relación, espacio

vital y hogar son cada vez más complejos.

59. Existen también comunidades de migrantes que han aportado

las culturas y tradiciones traídas de sus tierras de origen, sean cristianas

o de otras religiones. Por su parte, esta diversidad incluye a

comunidades que se han ido formando por la llegada de distintas

denominaciones cristianas y otros grupos religiosos. Asumir la

diversidad cultural, que es un imperativo del momento, implica

superar los discursos que pretenden uniformar la cultura, con enfoques

basados en modelos únicos.

63

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

2.1.2 Situación económica

60. El Papa, en su Discurso Inaugural, ve la globalización como un

fenómeno “de relaciones de nivel planetario”, considerándolo “un

logro de la familia humana”, porque favorece el acceso a nuevas

tecnologías, mercados y finanzas. Las altas tasas de crecimiento

de nuestra economía regional y, particularmente, su desarrollo

urbano, no serían posibles sin la apertura al comercio internacional,

sin acceso a las tecnologías de última generación, sin la participación

de nuestros científicos y técnicos en el desarrollo internacional

del conocimiento, y sin la alta inversión registrada en los

medios electrónicos de comunicación. Todo ello lleva también

aparejado el surgimiento de una clase media tecnológicamente

letrada. Al mismo tiempo, la globalización se manifiesta como la

profunda aspiración del género humano a la unidad. No obstante

estos avances, el Papa también señala que la globalización “comporta

el riesgo de los grandes monopolios y de convertir el lucro

en valor supremo”. Por ello, Benedicto XVI enfatiza que,

como en todos los campos de la actividad humana, la

globalización debe regirse también por la ética, poniendo

todo al servicio de la persona humana, creada a imagen

y semejanza de Dios25.

61. La globalización es un fenómeno complejo que posee diversas

dimensiones (económicas, políticas, culturales, comunicacionales,

etc). Para su justa valoración, es necesaria una comprensión

analítica y diferenciada que permita detectar tanto sus aspectos

positivos como negativos. Lamentablemente, la cara más extendida

y exitosa de la globalización es su dimensión económica, que

se sobrepone y condiciona las otras dimensiones de la vida humana.

En la globalización, la dinámica del mercado absolutiza

con facilidad la eficacia y la productividad como valores reguladores

de todas las relaciones humanas. Este peculiar carácter hace

de la globalización un proceso promotor de inequidades e injusti-

25 DI 2.

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

64

cias múltiples. La globalización, tal y como está configurada actualmente,

no es capaz de interpretar y reaccionar en función de valores

objetivos que se encuentran más allá del mercado y que constituyen

lo más importante de la vida humana: la verdad, la justicia,

el amor, y muy especialmente, la dignidad y los derechos de todos,

aún de aquellos que viven al margen del propio mercado.

62. Conducida por una tendencia que privilegia el lucro y estimula la

competencia, la globalización sigue una dinámica de concentración

de poder y de riquezas en manos de pocos, no sólo de los

recursos físicos y monetarios, sino sobre todo de la información y

de los recursos humanos, lo que produce la exclusión de todos

aquellos no suficientemente capacitados e informados, aumentando

las desigualdades que marcan tristemente nuestro continente

y que mantienen en la pobreza a una multitud de personas.

La pobreza hoy es pobreza de conocimiento y del uso y acceso a

nuevas tecnologías. Por eso, es necesario que los empresarios

asuman su responsabilidad de crear más fuentes de trabajo y de

invertir en la superación de esta nueva pobreza.

63. No se puede negar que el predominio de esta tendencia no elimina

la posibilidad de formar pequeñas y medianas empresas, que

se asocian al dinamismo exportador de la economía, le prestan

servicios colaterales o bien aprovechan nichos específicos del

mercado interno. Sin embargo, su fragilidad económica y financiera

y la pequeña escala en que se desenvuelven, las hacen extremadamente

vulnerables frente a las tasas de interés, el riesgo

cambiario, los costos previsionales y la variación en los precios de

sus insumos. La debilidad de estas empresas se asocia a la precariedad

del empleo que están en condiciones de ofrecer. Sin una

política de protección específica de los Estados frente a ellas, se

corre el riesgo de que las economías de escala de los grandes

consorcios termine por imponerse como única forma determinante

del dinamismo económico.

64. Por ello, frente a esta forma de globalización, sentimos un fuerte

llamado para promover una globalización diferente que esté marca65

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

da por la solidaridad, por la justicia y por el respeto a los derechos

humanos, haciendo de América Latina y El Caribe no sólo el Continente

de la esperanza, sino también el Continente del amor, como

lo propuso SS. Benedicto XVI en el Discurso Inaugural de esta

Conferencia.

65. Esto nos debería llevar a contemplar los rostros de quienes sufren.

Entre ellos, están las comunidades indígenas y afroamericanas,

que, en muchas ocasiones, no son tratadas con dignidad e

igualdad de condiciones; muchas mujeres, que son excluidas en

razón de su sexo, raza o situación socioeconómica; jóvenes, que

reciben una educación de baja calidad y no tienen oportunidades

de progresar en sus estudios ni de entrar en el mercado del trabajo

para desarrollarse y constituir una familia; muchos pobres,

desempleados, migrantes, desplazados, campesinos sin tierra,

quienes buscan sobrevivir en la economía informal; niños y niñas

sometidos a la prostitución infantil, ligada muchas veces al turismo

sexual; también los niños víctimas del aborto. Millones de personas

y familias viven en la miseria e incluso pasan hambre. Nos preocupan

también quienes dependen de las drogas, las personas

con capacidades diferentes, los portadores y víctima de enfermedades

graves como la malaria, la tuberculosis y VIH - SIDA, que sufren

de soledad y se ven excluidos de la convivencia familiar y social.

No olvidamos tampoco a los secuestrados y a los que son víctimas

de la violencia, del terrorismo, de conflictos armados y de la inseguridad

ciudadana. También los ancianos, que además de sentirse

excluidos del sistema productivo, se ven muchas veces rechazados

por su familia como personas incómodas e inútiles. Nos duele, en

fin, la situación inhumana en que vive la gran mayoría de los presos,

que también necesitan de nuestra presencia solidaria y de nuestra

ayuda fraterna. Una globalización sin solidaridad afecta negativamente

a los sectores más pobres. Ya no se trata simplemente del

fenómeno de la explotación y opresión, sino de algo nuevo: la

exclusión social. Con ella queda afectada en su misma raíz la pertenencia

a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está abajo, en

la periferia o sin poder, sino que se está afuera. Los excluidos no

son solamente “explotados” sino “sobrantes” y “desechables”.

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

66

66. Las instituciones financieras y las empresas transnacionales se

fortalecen al punto de subordinar las economías locales, sobre

todo, debilitando a los Estados, que aparecen cada vez más impotentes

para llevar adelante proyectos de desarrollo al servicio

de sus poblaciones, especialmente cuando se trata de inversiones

de largo plazo y sin retorno inmediato. Las industrias extractivas

internacionales y la agroindustria, muchas veces, no respetan los

derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de las

poblaciones locales y no asumen sus responsabilidades. Con

mucha frecuencia, se subordina la preservación de la naturaleza

al desarrollo económico, con daños a la biodiversidad, con el agotamiento

de las reservas de agua y de otros recursos naturales,

con la contaminación del aire y el cambio climático. Las posibilidades

y eventuales problemas de la producción de agro combustibles

deben ser estudiadas, de tal manera que prevalezca el valor

de la persona humana y de sus necesidades de supervivencia.

América Latina posee los acuíferos más abundantes del planeta,

junto con grandes extensiones de territorio selvático, que son

pulmones de la humanidad. Así, se dan gratuitamente al mundo

servicios ambientales que no son reconocidos económicamente.

La región se ve afectada por el recalentamiento de la tierra y el

cambio climático provocado principalmente por el estilo de vida

no sostenible de los países industrializados.

67. La globalización ha vuelto frecuente la celebración de Tratados

de Libre Comercio entre países con economías asimétricas, que

no siempre benefician a los países más pobres. Al mismo tiempo,

se presiona a los países de la región con exigencias desmedidas

en materia de propiedad intelectual, a tal punto que se permite

derechos de patente sobre la vida en todas sus formas. Además,

la utilización de organismos genéticamente manipulados muestra

que no siempre contribuye la globalización ni al combate contra

el hambre ni al desarrollo rural sostenible.

68. Aunque se ha progresado muchísimo en el control de la inflación

y en la estabilidad macroeconómica de los países de la región,

muchos gobiernos se encuentran severamente limitados para el

67

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

financiamiento de sus presupuestos públicos por los elevados

servicios de la deuda externa26 e interna, mientras, por otro lado,

no cuentan con sistemas tributarios verdaderamente eficientes,

progresivos y equitativos.

69. La actual concentración de renta y riqueza se da principalmente

por los mecanismos del sistema financiero. La libertad concedida

a las inversiones financieras favorecen al capital especulativo, que

no tiene incentivos para hacer inversiones productivas de largo

plazo, sino que busca el lucro inmediato en los negocios con títulos

públicos, monedas y derivados. Sin embargo, según la Doctrina

Social de la Iglesia,

el objeto de la economía es la formación de la riqueza y

su incremento progresivo, en términos no sólo cuantitativos,

sino cualitativos: todo lo cual es moralmente correcto

si está orientado al desarrollo global y solidario

del hombre y de la sociedad en la que vive y trabaja. El

desarrollo, en efecto, no puede reducirse a un mero proceso

de acumulación de bienes y servicios. Al contrario,

la pura acumulación, aun cuando fuese en pro del bien

común, no es una condición suficiente para la realización

de una auténtica felicidad humana27.

La empresa está llamada a prestar una contribución mayor en la

sociedad, asumiendo la llamada responsabilidad social-empresarial

desde esa perspectiva.

70. Es también alarmante el nivel de la corrupción en las economías,

que involucra tanto al sector público como al sector privado, a lo

que se suma una notable falta de transparencia y rendición de

cuentas a la ciudadanía. En muchas ocasiones, la corrupción está

26 Cf. TMA 51; BENEDICTO XVI, Carta a la Canciller de la República Federal de Alemania, Angela

Merkel, 12 de diciembre de 2006.

27 Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, n. 334.

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

68

vinculada al flagelo del narcotráfico o del narconegocio y, por otra

parte, viene destruyendo el tejido social y económico en regiones

enteras.

71. La población económicamente activa de la región está afectada

por el subempleo (42%) y el desempleo (9%), y casi la mitad está

empleada en trabajo informal. El trabajo formal, por su parte, se

ve sometido a la precariedad de las condiciones de empleo y a la

presión constante de subcontratación, lo que trae consigo salarios

más bajos y desprotección en el campo de seguridad social,

no permitiendo a muchos el desarrollo de una vida digna. En este

contexto, los sindicatos pierden la posibilidad de defender los

derechos de los trabajadores. Por otro lado, se pueden destacar

fenómenos positivos y creativos para enfrentar esta situación de

parte de los afectados, quienes vienen impulsando diversas experiencias,

como por ejemplo, micro finanzas, economía local y solidaria,

y comercio justo.

72. Los campesinos, en su mayoría, sufren a causa de la pobreza, agravada

por no tener acceso a tierra propia. Sin embargo, existen

grandes latifundios en manos de unos pocos. En algunos países,

esta situación ha llevado a la población a demandar una Reforma

Agraria, estando atentos a los males que puedan ocasionarles los

Tratados de Libre Comercio, la manipulación de la droga y otros

factores.

73. Uno de los fenómenos más importantes en nuestros países es el

proceso de movilidad humana, en su doble expresión de migración

e itinerancia, en que millones de personas migran o se ven

forzadas a migrar, dentro y fuera de sus respectivos países. Las

causas son diversas y están relacionadas con la situación económica,

la violencia en sus diversas formas, la pobreza que afecta a

las personas, y la falta de oportunidades para la investigación y el

desarrollo profesional. Las consecuencias son en muchos casos

de enorme gravedad a nivel personal, familiar y cultural. La pérdida

del capital humano de millones de personas, profesionales

calificados, investigadores y amplios sectores campesinos, nos

69

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

va empobreciendo cada vez más. La explotación laboral llega, en

algunos casos, a generar condiciones de verdadera esclavitud. Se

da también un vergonzoso tráfico de personas, que incluye la prostitución,

aún de menores. Especial mención merece la situación

de los refugiados, que cuestiona la capacidad de acogida de la

sociedad y de las iglesias. Por otra parte, sin embargo, la remesa

de divisas de los emigrados a sus países de origen se ha vuelto

una importante y, a veces, insustituible fuente de recursos para

diversos países de la región, ayudando al bienestar y a la movilidad

social ascendente de quienes logran participar exitosamente

en este proceso.

2.1.3 Dimensión socio-política

74. Constatamos un cierto progreso democrático que se demuestra

en diversos procesos electorales. Sin embargo, vemos con preocupación

el acelerado avance de diversas formas de regresión autoritaria

por vía democrática que, en ciertas ocasiones, derivan en

regímenes de corte neopopulista. Esto indica que no basta una

democracia puramente formal, fundada en la limpieza de los procedimientos

electorales, sino que es necesaria una democracia

participativa y basada en la promoción y respeto de los derechos

humanos. Una democracia sin valores, como los mencionados,

se vuelve fácilmente una dictadura y termina traicionando al pueblo.

75. Con la presencia más protagónica de la Sociedad Civil y la irrupción

de nuevos actores sociales, como son los indígenas, los

afroamericanos, las mujeres, los profesionales, una extendida clase

media y los sectores marginados organizados, se está fortaleciendo

la democracia participativa, y se están creando mayores

espacios de participación política. Estos grupos están tomando

conciencia del poder que tienen entre manos y de la posibilidad

de generar cambios importantes para el logro de políticas públicas

más justas, que reviertan su situación de exclusión. En este

plano, se percibe también una creciente influencia de organismos

de Naciones Unidas y de Organizaciones No Gubernamentales

de carácter internacional, que no siempre ajustan sus recoLA

VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

70

mendaciones a criterios éticos. No faltan también actuaciones que

radicalizan las posiciones, fomentan la conflictividad y la polarización

extremas, y ponen ese potencial al servicio de intereses ajenos

a los suyos, lo que, a la larga, puede frustrar y revertir negativamente

sus esperanzas.

76. Después de una época de debilitamiento de los Estados por la

aplicación de ajustes estructurales en la economía, recomendados

por organismos financieros internacionales, se aprecia actualmente

un esfuerzo de los Estados por definir y aplicar políticas

públicas en los campos de la salud, educación, seguridad

alimentaria, previsión social, acceso a la tierra y a la vivienda, promoción

eficaz de la economía para la creación de empleos y leyes

que favorecen las organizaciones solidarias. Todo esto refleja que

no puede haber democracia verdadera y estable sin justicia social,

sin división real de poderes y sin la vigencia del Estado de

derecho28.

77. Cabe señalar, como un gran factor negativo en buena parte de la

región, el recrudecimiento de la corrupción en la sociedad y en el

Estado, que involucra a los poderes legislativos y ejecutivos en

todos sus niveles, y alcanza también al sistema judicial que, a

menudo, inclina su juicio a favor de los poderosos y genera impunidad,

lo que pone en serio riesgo la credibilidad de las instituciones

públicas y aumenta la desconfianza del pueblo, fenómeno que

se une a un profundo desprecio de la legalidad. En amplios sectores

de la población, y especialmente entre los jóvenes, crece el

desencanto por la política y particularmente por la democracia,

pues las promesas de una vida mejor y más justa no se cumplieron

o se cumplieron sólo a medias. En este sentido, se olvida que

la democracia y la participación política son fruto de la formación

que se hace realidad solamente cuando los ciudadanos son

conscientes de sus derechos fundamentales y de sus deberes

correspondientes.

28 Cf. EAm 56.

71

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

78. La vida social, en convivencia armónica y pacífica, se está deteriorando

gravemente en muchos países de América Latina y de El

Caribe por el crecimiento de la violencia, que se manifiesta en

robos, asaltos, secuestros, y lo que es más grave, en asesinatos

que cada día destruyen más vidas humanas y llenan de dolor a las

familias y a la sociedad entera. La violencia reviste diversas formas

y tiene diversos agentes: el crimen organizado y el narcotráfico,

grupos paramilitares, violencia común sobre todo en la periferia

de las grandes ciudades, violencia de grupos juveniles y creciente

violencia intrafamiliar. Sus causas son múltiples: la idolatría del

dinero, el avance de una ideología individualista y utilitarista, el

irrespeto a la dignidad de cada persona, el deterioro del tejido

social, la corrupción incluso en las fuerzas del orden, y la falta de

políticas públicas de equidad social.

79. Algunos parlamentos o congresos legislativos aprueban leyes injustas

por encima de los derechos humanos y de la voluntad popular,

precisamente por no estar cerca de sus representados ni

saber escuchar y dialogar con los ciudadanos, pero también por

ignorancia, por falta de acompañamiento, y porque muchos ciudadanos

abdican de su deber de participar en la vida pública.

80. En algunos Estados, ha aumentado la represión, la violación de

los derechos humanos, incluso el derecho a la libertad religiosa,

la libertad de expresión y la libertad de enseñanza, así como el

desprecio a la objeción de conciencia.

81. Si bien en algunos países se han logrado acuerdos de paz, superando

así conflictos de vieja data, en otros continúa la lucha armada

con todas sus secuelas (muertes violentas, violaciones a

los Derechos Humanos, amenazas, niños en la guerra, secuestros

etc.), sin avizorar soluciones a corto plazo. La influencia del

narconegocio en estos grupos dificulta aún más las posibles

soluciones.

82. En América Latina y El Caribe se aprecia una creciente voluntad

de integración regional con acuerdos multilaterales, involucrando

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

72

un número creciente de países que generan sus propias reglas en

el campo del comercio, los servicios y las patentes. Al origen común

se une la cultura, la lengua y la religión, que pueden contribuir

a que la integración no sea sólo de mercados, sino de instituciones

civiles y sobre todo de personas. También es positiva la

globalización de la justicia, en el campo de los derechos humanos

y de los crímenes contra la humanidad, que a todos permitirá

vivir progresivamente bajo iguales normas llamadas a proteger su

dignidad, su integridad y su vida.

2.1.4 Biodiversidad, ecología, Amazonia y Antártida

83. América Latina es el Continente que posee una de las mayores

biodiversidades del planeta y una rica socio diversidad, representada

por sus pueblos y culturas. Éstos poseen un gran acervo de

conocimientos tradicionales sobre la utilización sostenible de los

recursos naturales, así como sobre el valor medicinal de plantas y

otros organismos vivos, muchos de los cuales forman la base de

su economía. Tales conocimientos son actualmente objeto de

apropiación intelectual ilícita, siendo patentados por industrias

farmacéuticas y de biogenética, generando vulnerabilidad de los

agricultores y sus familias que dependen de esos recursos para su

supervivencia.

84. En las decisiones sobre las riquezas de la biodiversidad y de la

naturaleza, las poblaciones tradicionales han sido prácticamente

excluidas. La naturaleza ha sido y continúa siendo agredida. La

tierra fue depredada. Las aguas están siendo tratadas como si fueran

una mercancía negociable por las empresas, además de haber

sido transformadas en un bien disputado por las grandes potencias.

Un ejemplo muy importante en esta situación es la

Amazonia29.

29 La Amazonia panamericana ocupa un área de 7,01 millones de kilómetros cuadrados y corresponde

al 5% de la superficie de la tierra, 40% de América del Sur. Contiene 20% de la disponibilidad

mundial de agua dulce no congelada. Abriga el 34% de las reservas mundiales de bosques y una

gigantesca reserva de minerales. Su diversidad biológica de ecosistemas es la más rica del planeta.

En esa región se encuentra cerca del 30% de todas las especies de la fauna y flora del mundo.

73

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

85. En su discurso a los jóvenes, en el Estadio de Pacaembu, en San

Pablo, el Papa Benedicto XVI llamó la atención sobre la “devastación

ambiental de la Amazonia y las amenazas a la dignidad humana

de sus pueblos”30 y pidió a los jóvenes “un mayor compromiso

en los más diversos espacios de acción”31.

86. La creciente agresión al medioambiente puede servir de pretexto

para propuestas de internacionalización de la Amazonia, que sólo

sirven a los intereses económicos de las corporaciones

transnacionales. La sociedad panamazónica es pluriétnica,

pluricultural y plurirreligiosa. En ella se está intensificando, cada

vez más, la disputa por la ocupación del territorio. Las poblaciones

tradicionales de la región quieren que sus territorios sean reconocidos

y legalizados.

87. Además, constatamos el retroceso de los hielos en todo el mundo:

el deshielo del Ártico, cuyo impacto ya se está viendo en la

flora y fauna de ese ecosistema; también el calentamiento global

se hace sentir en el estruendoso crepitar de los bloques de hielo

antártico que reducen la cobertura glacial del Continente y que

regula el clima del mundo. Juan Pablo II, hace 20 años, desde el

confín de las Américas, señaló proféticamente:

Desde el Cono Sur del Continente Americano y frente a

los ilimitados espacios de la Antártida, lanzo un llamado

a todos los responsables de nuestro planeta para proteger

y conservar la naturaleza creada por Dios: no permitamos

que nuestro mundo sea una tierra cada vez

más degradada y degradante32.

30 BENEDICTO XVI, Mensaje a los jóvenes en Pacaembu 2; Brasil, 10 de mayo de 2007.

31 Ibíd.

32 JUAN PABLO II, Homilía en la Celebración de la Palabra para los fieles de la Zona Austral de Chile

7; Punta Arenas, 4 de abril de 1987.

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

74

2.1.5 Presencia de los pueblos indígenas

y afroamericanos en la Iglesia

88. Los indígenas constituyen la población más antigua del Continente.

Están en la raíz primera de la identidad latinoamericana y

caribeña. Los afroamericanos constituyen otra raíz que fue arrancada

de África y traída aquí como gente esclavizada. La tercera

raíz es la población pobre que migró de Europa desde el siglo XVI,

en búsqueda de mejores condiciones de vida y el gran flujo de

inmigrantes de todo el mundo desde mediados del siglo XIX. De

todos estos grupos y de sus correspondientes culturas se formó el

mestizaje que es la base social y cultural de nuestros pueblos latinoamericanos

y caribeños, como lo reconoció ya la III Conferencia

General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Puebla,

México33.

89. Los indígenas y afroamericanos son, sobre todo, “otros” diferentes,

que exigen respeto y reconocimiento. La sociedad tiende a

menospreciarlos, desconociendo su diferencia. Su situación social

está marcada por la exclusión y la pobreza. La Iglesia acompaña

a los indígenas y afroamericanos en las luchas por sus legítimos

derechos.

90. Hoy, los pueblos indígenas y afros están amenazados en su existencia

física, cultural y espiritual; en sus modos de vida; en sus

identidades; en su diversidad; en sus territorios y proyectos. Algunas

comunidades indígenas se encuentran fuera de sus tierras

porque éstas han sido invadidas y degradadas, o no tienen tierras

suficientes para desarrollar sus culturas. Sufren graves ataques a

su identidad y supervivencia, pues la globalización económica y

cultural pone en peligro su propia existencia como pueblos diferentes.

Su progresiva transformación cultural provoca la rápida

desaparición de algunas lenguas y culturas. La migración, forzada

por la pobreza, está influyendo profundamente en el cambio

de costumbres, de relaciones e incluso de religión.

33 DP 307, 409.

75

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

91. Los indígenas y afroamericanos emergen ahora en la sociedad y

en la Iglesia. Este es un kairós para profundizar el encuentro de la

Iglesia con estos sectores humanos que reclaman el reconocimiento

pleno de sus derechos individuales y colectivos, ser tomados

en cuenta en la catolicidad con su cosmovisión, sus valores y

sus identidades particulares, para vivir un nuevo Pentecostés

eclesial.

92. Ya, en Santo Domingo, los pastores reconocíamos que “los pueblos

indígenas cultivan valores humanos de gran significación”34;

valores que “la Iglesia defiende... ante la fuerza arrolladora de las

estructuras de pecado manifiestas en la sociedad moderna”35; “son

poseedores de innumerables riquezas culturales, que están en la

base de nuestra identidad actual”36; y, desde la perspectiva de la

fe, “estos valores y convicciones son fruto de ‘las semillas del Verbo’,

que estaban ya presentes y obraban en sus antepasados”37.

93. Entre ellos podemos señalar:

Apertura a la acción de Dios por los frutos de la tierra, el

carácter sagrado de la vida humana, la valoración de la

familia, el sentido de solidaridad y la corresponsabilidad

en el trabajo común, la importancia de lo cultual, la

creencia en una vida ultra terrena38.

Actualmente, el pueblo ha enriquecido estos valores ampliamente

por la evangelización, y los ha desarrollado en múltiples formas

de auténtica religiosidad popular.

94. Como Iglesia, que asume la causa de los pobres, alentamos la

participación de los indígenas y afroamericanos en la vida eclesial.

34 SD 245.

35 Ibíd. 243.

36 Mensaje de la IV Conferencia a los Pueblos de América Latina y El Caribe, 38.

37 SD 245.

38 Ibíd., 17.

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

76

Vemos con esperanza el proceso de inculturación discernido a la

luz del Magisterio. Es prioritario hacer traducciones católicas de

la Biblia y de los textos litúrgicos a sus idiomas. Se necesita, igualmente,

promover más las vocaciones y los ministerios ordenados

procedentes de estas culturas.

95. Nuestro servicio pastoral a la vida plena de los pueblos indígenas

exige anunciar a Jesucristo y la Buena Nueva del Reino de

Dios, denunciar las situaciones de pecado, las estructuras de

muerte, la violencia y las injusticias internas y externas, fomentar

el diálogo intercultural, interreligioso y ecuménico. Jesucristo

es la plenitud de la revelación para todos los pueblos y el centro

fundamental de referencia para discernir los valores y las deficiencias

de todas las culturas, incluidas las indígenas. Por ello, el mayor

tesoro que les podemos ofrecer es que lleguen al encuentro

con Jesucristo resucitado, nuestro Salvador. Los indígenas que

ya han recibido el Evangelio están llamados, como discípulos y

misioneros de Jesucristo, a vivir con inmenso gozo su realidad

cristiana, a dar razón de su fe en medio de sus comunidades y a

colaborar activamente para que ningún pueblo indígena de

América Latina reniegue de su fe cristiana, sino que, por el contrario,

sientan que en Cristo encuentran el sentido pleno de su

existencia.

96. La historia de los afroamericanos ha sido atravesada por una exclusión

social, económica, política y, sobre todo, racial, donde la

identidad étnica es factor de subordinación social. Actualmente,

son discriminados en la inserción laboral, en la calidad y contenido

de la formación escolar, en las relaciones cotidianas y, además,

existe un proceso de ocultamiento sistemático de sus valores,

historia, cultura y expresiones religiosas. En algunos casos,

permanece una mentalidad y una cierta mirada de menor respeto

acerca de los indígenas y afroamericanos. De modo que,

descolonizar las mentes, el conocimiento, recuperar la memoria

histórica, fortalecer espacios y relaciones interculturales, son

condiciones para la afirmación de la plena ciudadanía de estos

pueblos.

77

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

97. La realidad latinoamericana cuenta con comunidades afroamericanas

muy vivas que aportan y participan activa y creativamente

en la construcción de este continente. Los movimientos por la

recuperación de las identidades, de los derechos ciudadanos y

contra el racismo, los grupos alternativos de economías solidarias,

hacen de las mujeres y hombres negros sujetos constructores

de su historia, y de una nueva historia que se va dibujando en

la actualidad latinoamericana y caribeña. Esta nueva realidad se

basa en relaciones interculturales donde la diversidad no significa

amenaza, no justifica jerarquías de poder de unos sobre otros, sino

diálogo desde visiones culturales diferentes, de celebración, de

interrelación y de reavivamiento de la esperanza.

2.2 SITUACIÓN DE NUESTRA IGLESIA EN ESTA HORA HISTÓRICA

DE DESAFÍOS

98. La Iglesia Católica en América Latina y El Caribe, a pesar de las

deficiencias y ambigüedades de algunos de sus miembros, ha dado

testimonio de Cristo, anunciado su Evangelio y brindado su servicio

de caridad particularmente a los más pobres, en el esfuerzo

por promover su dignidad, y también en el empeño de promoción

humana en los campos de la salud, economía solidaria, educación,

trabajo, acceso a la tierra, cultura, vivienda y asistencia,

entre otros. Con su voz, unida a la de otras instituciones nacionales

y mundiales, ha ayudado a dar orientaciones prudentes y a

promover la justicia, los derechos humanos y la reconciliación de

los pueblos. Esto ha permitido que la Iglesia sea reconocida socialmente

en muchas ocasiones como una instancia de confianza

y credibilidad. Su empeño a favor de los más pobres y su lucha

por la dignidad de cada ser humano han ocasionado, en muchos

casos, la persecución y aún la muerte de algunos de sus miembros,

a los que consideramos testigos de la fe. Queremos recordar

el testimonio valiente de nuestros santos y santas, y de quienes,

aun sin haber sido canonizados, han vivido con radicalidad el

evangelio y han ofrendado su vida por Cristo, por la Iglesia y por

su pueblo.

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

78

99. Los esfuerzos pastorales orientados hacia el encuentro con Jesucristo

vivo han dado y siguen dando frutos. Entre otros, destacamos

los siguientes:

a) Debido a la animación bíblica de la pastoral, aumenta el conocimiento

de la Palabra de Dios y el amor por ella. Gracias a

la asimilación del Magisterio de la Iglesia y a una mejor formación

de generosos catequistas, la renovación de la Catequesis

ha producido fecundos resultados en todo el Continente,

llegando incluso a países de Norteamérica, Europa

y Asia, donde muchos latinoamericanos y caribeños han

emigrado.

b) La renovación litúrgica acentuó la dimensión celebrativa y

festiva de la fe cristiana, centrada en el misterio pascual de

Cristo Salvador, en particular en la Eucaristía. Crecen las manifestaciones

de la religiosidad popular, especialmente la piedad

eucarística y la devoción mariana. Se han hecho algunos

esfuerzos por inculturar la liturgia en los pueblos indígenas y

afroamericanos. Se han ido superando los riesgos de reducción

de la Iglesia a sujeto político, con un mejor discernimiento

de los impactos seductores de las ideologías. Se ha

fortalecido la responsabilidad y vigilancia respecto a las verdades

de la Fe, ganando en profundidad y serenidad de

comunión.

c) Nuestro pueblo tiene gran aprecio a los sacerdotes. Reconoce

la santidad de muchos de ellos, como también su testimonio

de vida, su trabajo misionero, y la creatividad pastoral,

particularmente de aquellos que están en lugares lejanos o

en contextos de mayor dificultad. Muchas de nuestras Iglesias

cuentan con una pastoral sacerdotal y con experiencias

concretas de vida en común y de una más justa retribución

del clero. En algunas Iglesias, se ha desarrollado el diaconado

permanente. También los ministerios confiado a los laicos y

otros servicios pastorales, como delegados de la palabra,

animadores de asamblea y de pequeñas comunidades, entre

ellas, las comunidades eclesiales de base, los movimientos

79

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

eclesiales y un gran número de pastorales específicas. Se hace

un gran esfuerzo por la formación en nuestros seminarios, en

las casas de formación para la vida consagrada y en las escuelas

para el diaconado permanente. Es significativo el testimonio

de la vida consagrada, su aporte en la acción pastoral

y su presencia en situaciones de pobreza, de riesgo y de

frontera. Alienta la esperanza el incremento de vocaciones

para la vida contemplativa masculina y femenina.

d) Resalta la abnegada entrega de tantos misioneros y misioneras

que, hasta el día de hoy, desarrollan una valiosa obra

evangelizadora y de promoción humana en todos nuestros

pueblos, con multiplicidad de obras y servicios. Se reconoce,

asimismo, a numerosos sacerdotes, consagradas y consagrados,

laicas y laicos que, desde nuestro continente, participan

de la misión ad gentes.

e) Crecen los esfuerzos de renovación pastoral en las parroquias,

favoreciendo un encuentro con Cristo vivo, mediante diversos

métodos de nueva evangelización, transformándose en

comunidad de comunidades evangelizadas y misioneras. Se

constata, en algunos lugares, un florecimiento de comunidades

eclesiales de base, según el criterio de las precedentes

Conferencias Generales, en comunión con los Obispos y fieles

al Magisterio de la Iglesia39. Se valora la presencia y el crecimiento

de los movimientos eclesiales y nuevas comunidades

que difunden su riqueza carismática, educativa y

evangelizadora. Se ha tomado conciencia de la importancia

de la Pastoral Familiar, de la Infancia y Juvenil.

f) La Doctrina Social de la Iglesia constituye una invaluable riqueza,

que ha animado el testimonio y la acción solidaria de

los laicos y laicas, quienes se interesan cada vez más por su

formación teológica, como verdaderos misioneros de la caridad,

y se esfuerzan por transformar de manera efectiva el

39 Cf. Puebla, 261, 617, 638, 731 y 940; Santo Domingo, 62.

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

80

mundo según Cristo. Innumerables iniciativas laicales en el

ámbito social, cultural, económico y político, hoy se dejan

inspirar en los principios permanentes, en los criterios de juicio

y en las directrices de acción provenientes de la Doctrina

Social de la Iglesia. Se valora el desarrollo que ha tenido la

Pastoral Social, como también la acción de Caritas en sus

varios niveles, y la riqueza del voluntariado en los más diversos

apostolados con incidencia social. Se ha desarrollado la

pastoral de la comunicación social, y la Iglesia cuenta con

más medios que nunca para la evangelización de la cultura,

contrarrestando en parte a grupos que ganan constantemente

adeptos usando con agudeza la radio y la televisión. Tenemos

radios, televisión, cine, prensa, Internet, páginas web y

la RIIAL, que nos llenan de esperanza.

g) La diversificación de la organización eclesial, con la creación

de muchas comunidades, nuevas jurisdicciones y organismos

pastorales, ha permitido que muchas Iglesias Particulares

hayan avanzado en la estructuración de una Pastoral Orgánica,

para servir mejor a las necesidades de los fieles. No

con la misma intensidad en todas las Iglesias, se ha desarrollado

el diálogo ecuménico. También el diálogo interreligioso,

cuando sigue las normas del Magisterio, puede enriquecer a

los participantes en diversos encuentros40. En otros lugares,

se han creado escuelas de ecumenismo o colaboración

ecuménica en asuntos sociales y otras iniciativas. Se manifiesta,

como reacción al materialismo, una búsqueda de espiritualidad,

de oración y de mística que expresa el hambre y

sed de Dios. Por otro lado, la valoración de la ética es un signo

de los tiempos que indica la necesidad de superar el hedonismo,

la corrupción y el vacío de valores. Nos alegra, además,

el profundo sentimiento de solidaridad que caracteriza

a nuestros pueblos y la práctica del compartir y ayuda mutua.

40 Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, artículo de comentario a la Notificación a propósito del

libro del P. Jacques Dupuis, Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso, 12 de marzo

de 2001.

81

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

100. A pesar de los aspectos positivos que nos alegran en la esperanza,

notamos sombras, entre las cuales mencionamos las siguientes:

a) Para la Iglesia Católica, América Latina y El Caribe son de

gran importancia, por su dinamismo eclesial, por su creatividad

y porque el 43% de todos sus feligreses vive en ellas; sin

embargo, observamos que el crecimiento porcentual de la

Iglesia no ha ido a la par con el crecimiento poblacional. En

promedio, el aumento del clero, y sobre todo de las religiosas,

se aleja cada vez más del crecimiento poblacional en

nuestra región41.

b) Lamentamos, sea algunos intentos de volver a un cierto tipo

de eclesiología y espiritualidad contrarias a la renovación del

Concilio Vaticano II42, sea algunas lecturas y aplicaciones

reduccionistas de la renovación conciliar; lamentamos la ausencia

de una auténtica obediencia y de ejercicio evangélico

de la autoridad, las infidelidades a la doctrina, a la moral y a la

comunión, nuestras débiles vivencias de la opción preferencial

por los pobres, no pocas recaídas secularizantes en la

vida consagrada influida por una antropología meramente

sociológica y no evangélica. Tal como lo manifestó el Santo

Padre en el Discurso Inaugural de nuestra Conferencia, “se

percibe un cierto debilitamiento de la vida cristiana en el conjunto

de la sociedad y de la propia pertenencia a la Iglesia

Católica”43.

c) Constatamos el escaso acompañamiento dado a los fieles

laicos en sus tareas de servicio a la sociedad, particularmente

cuando asumen responsabilidades en las diversas estructuras

del orden temporal. Percibimos una evangelización con

poco ardor y sin nuevos métodos y expresiones, un énfasis en

41 Mientras en el período 1974 a 2004, la población latinoamericana creció casi el 80%, los sacerdotes

crecieron 44.1%, y las religiosas sólo el 8%. Cf. Annuarium Statisticum Ecclesiae).

42 Cf. BENEDICTO XVI, Discurso a los Cardenales, Arzobispos, Obispos y Prelados superiores de la

Curia Romana, jueves 22 de diciembre de 2005.

43 DI 2.

LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY

82

el ritualismo sin el conveniente itinerario formativo, descuidando

otras tareas pastorales. De igual forma, nos preocupa

una espiritualidad individualista. Verificamos, asimismo, una

mentalidad relativista en lo ético y religioso, la falta de aplicación

creativa del rico patrimonio que contiene la Doctrina

Social de la Iglesia, y, en ocasiones, una limitada comprensión

del carácter secular que constituye la identidad propia y

específica de los fieles laicos.

d) En la evangelización, en la catequesis y, en general, en la pastoral,

persisten también lenguajes poco significativos para la

cultura actual, y en particular, para los jóvenes. Muchas veces,

los lenguajes utilizados parecieran no tener en cuenta la

mutación de los códigos existencialmente relevantes en las

sociedades influenciadas por la postmodernidad y marcadas

por un amplio pluralismo social y cultural. Los cambios culturales

dificultan la transmisión de la Fe por parte de la familia

y de la sociedad. Frente a ello, no se ve una presencia importante

de la Iglesia en la generación de cultura, de modo

especial en el mundo universitario y en los medios de comunicación

social.

e) El insuficiente número de sacerdotes y su no equitativa distribución

imposibilitan que muchas comunidades puedan participar

regularmente en la celebración de la Eucaristía. Recordando

que la Eucaristía hace a la Iglesia, nos preocupa la

situación de miles de estas comunidades privadas de la Eucaristía

dominical por largos períodos de tiempo. A esto se

añade la relativa escasez de vocaciones al ministerio y a la

vida consagrada. Falta espíritu misionero en miembros del

clero, incluso en su formación. Muchos católicos viven y mueren

sin asistencia de la Iglesia, a la que pertenecen por el bautismo.

Se afrontan dificultades para asumir el sostenimiento

económico de las estructuras pastorales. Falta solidaridad en

la comunión de bienes al interior de las Iglesias locales y entre

ellas. No se asume suficientemente en muchas de nuestras

Iglesias particulares la pastoral penitenciaria, ni la pastoral

de menores infractores y en situaciones de riesgo. Es

83

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

insuficiente el acompañamiento pastoral para los migrantes

e itinerantes. Algunos movimientos eclesiales no siempre se

integran adecuadamente en la pastoral parroquial y diocesana;

a su vez, algunas estructuras eclesiales no son suficientemente

abiertas para acogerlos.

f) En las últimas décadas, vemos con preocupación, por un lado,

que numerosas personas pierden el sentido trascendente de

sus vidas y abandonan las prácticas religiosas, y, por otro lado,

que un número significativo de católicos está abandonando

la Iglesia para pasarse a otros grupos religiosos. Si bien es

cierto que éste es un problema real en todos los países latinoamericanos

y caribeños, no existe homogeneidad en cuanto

a sus dimensiones y su diversidad.

g) Dentro del nuevo pluralismo religioso en nuestro continente,

no se ha diferenciado suficientemente a los creyentes que

pertenecen a otras iglesias o comunidades eclesiales, tanto

por su doctrina como por sus actitudes, de los que forman

parte de la gran diversidad de grupos cristianos (incluso

pseudocristianos) que se han instalado entre nosotros, ya

que no es adecuado englobar a todos en una sola categoría

de análisis. Muchas veces no es fácil el diálogo ecuménico

con grupos cristianos que atacan a la Iglesia Católica con

insistencia.

h) Reconocemos que, en ocasiones, algunos católicos se han

apartado del Evangelio, que requiere un estilo de vida más

fiel a la verdad y a la caridad, más sencillo, austero y solidario,

como también nos ha faltado valentía, persistencia y docilidad

a la gracia para proseguir, fiel a la Iglesia de siempre, la

renovación iniciada por el Concilio Vaticano II, impulsada por

las anteriores Conferencias Generales, y para asegurar el rostro

latinoamericano y caribeño de nuestra Iglesia. Nos reconocemos

como comunidad de pobres pecadores, mendicantes

de la misericordia de Dios, congregada, reconciliada,

unida y enviada por la fuerza de la Resurrección de su Hijo y

la gracia de conversión del Espíritu Santo.

 

SEGUNDA PARTE

LA VIDA DE JESUCRISTO

EN LOS DISCÍPULOS

MISIONEROS

 

 
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